¿Para qué se empieza un blog?
Tengo la impresion de que las personas que le comunican al mundo cada detalle de sus vidas vía electrónica, ya sea por las páginas de "redes sociales" (que me abstendré de mencionar), o por otro medio, sufren del delirio narcisista de que todos los demás están ávidos por penetrar dentro de su psique. Después de otras reflexiones me di cuenta de que no es así. Gracias al avance en la tecnología, todos estamos, como diría Bono: "Faraway, so close.", con un click y teclear ciertas palabras nos ponemos en contacto (de manera completamente artificial, por supuesto) con el resto del mundo, o más bien, con alguien que trastabilló hasta encontrarse con pedacitos de nuestro "animus" plasmados en la pantalla, (y que ahora está leyendo). Pero ya el contacto tête à tête, main à main se ha perdido casi por completo, tan sólo el otro día, vi a un amigo, "en persona", valga el pleonasmo, y pasó lo siguiente: los dos teníamos dificultad para mirarnos a los ojos, y noté que nos tapabamos la boca y cruzábamos los brazos sobre la mesa donde tomábamos café; y según un librito de Psicología (que me encontré en algún lado hace algunos ayeres, refiriéndose a términos de lenguaje corporal), estas conductas significaban: inseguridad, desinterés, timidez, etc., por ambas contrapartes del dueto, o será que igual yo me pongo muy nerviosa, no sé, da lo mismo, el chiste es que tienes proximidad, pero a la vez no. En mi caso estaba demasiado preocupada en no decir algo fuera de lugar, y me enfocaba tanto en eso, que acabé diciendo como veinte estupideces al prevenir una tontería, y no recuerdo muchas partes de la conversación, es más fácil checar el historial de chat o algo por el estilo para percatarte de lo que le comunicas a otra persona... Saludos, si es el caso.
En fin, decidí empezar a escribir un blog porque tengo mucho que decir, tanto, que siento como un remolino de ideas todos los días en mi cabeza. Son cosas que quizás algún día quiera recordar, o que indirectamente quiero que se sepan de mí, al escribir aqui, escribo al receptor desconocido, al lector anónimo, con el único fin de que alguien me "escuche". No es de que me sienta sola, ni mucho menos, ¡que va! Por ponerlo de cierta forma, me llegó el "gusanito de la trascendencia", esa inquietud que supongo que le llega a algunos, al parecer a varios (no soy para nada especial en ese sentido, oh decepción) de dejar algo, algo de mí, que no pase por el mundo sin dejar una impresion. En algún lado leí que las personas tenían hijos, (aparte de por toda la onda de la supervivencia de la especie, la reproducción como instinto y esas cosas que te enseñan en biología por segundo de secundaria) porque querían dejar una huella en el mundo, que los seres humanos sentían TERROR ante la perspectiva de que su memoria quedara en el olvido, necesitaban a alguien que perpetuara su "legado", por más nimio que éste haya sido, la forma más "tradicional" de acercarnos un poquito a la inmortalidad, es dejar descendencia. Nótese, que no es lo mismo inmortalizarse que trascender. La inmortalidad no me importa, (de hecho soy de la opinión de que entre más pronto me muera, mejor), pero sí se me hace feo pasar por la vida sin rastro, me altera un poquito. ¿Por qué? Porque ya dije, tengo mucho que decir, mucho que expresar, y aunque a nadie le importe, aunque no marque la más mínima diferencia en el mundo, lo quiero decir por el simple hecho de que puedo, ¡Ja!
Sólo quiero repetir la frase del título, que se queda "en el aire", si yo tuviera un gato se llamaría Jarvis. Pues sí, lo bautizaría Jarvis en honor a Jarvis Cocker, me imagino que ambos compartirían una elegancia un tanto felina, Jarvis por sus pómulos, su marco fino y grácil y mi hipotético gato...pues...porque sería un gato.
Ya es todo por hoy, a ver si me inspiro y vuelvo a escribir algo, or I come to my senses, y recapacito de que nada tengo que hacer aqui.

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